*EL CAMINANTE*
El caminante espera, paciente, sereno, con el hatillo de sus escombros a
la espalda. Ha recorrido todos los caminos habidos y por haber, los más
arriesgados y también los más tranquilos y solitarios. Ya no tiene a
dónde ir porque todos los senderos y todos los atajos le conducen al
mismo lugar, al centro de su corazón, donde permanece impasible mientras
espera el amanecer.
A. Aroca
*/"Nadie puede oponerse ante quien tiene la mente y el corazón unidos. /*
*/Alguien así es como una brisa que atraviesa el corazón de las
montañas."/ *
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