Y cuando llegue el otoño, me sentaré a las orillas de mi vida, y dejaré que pase lentamente, mientras la observo de reojo, por si acaso tuviese que intervenir. 

@Maroka

No es primavera pero hoy, a 18 de octubre, mi calle se sigue vistiendo de azahar y huele a gloria.
EN CÁDIZ ÉSTO SERÍA UN ¡¡CAJONAZO!!


Resulta que me inscribo en una página relacionada con el mundo de las
letras para participar en una especie de eliminatoria por provincias
donde, aficionados a la escritura, envían sus relatos bajo unas bases
concretas, con el fín de elegir al mejor.

Escribo mi relato y lo envío cumpliendo todos los requisitos – no más de
150 palabras, con romanos comiendo como protagonistas- todos menos uno:
tenía que haberme inscrito en la página oficial como participante y no
sólo como miembro del grupo.

Por lo tanto, no estoy en la clasificación y quedo eliminada de inmediato.

¡cómo se pude ser tan despistada!

En fin, aquí os dejo mi relato; por lo menos, si no ve la luz en el
concurso, que la vea en mi blog.

Para todos mis lectores caseros:


LA ÚLTIMA MANZANA

Mi señor y el resto de los comensales, se deleitaban en el triclinium
con abundantes manjares mientras debatían sobre política. Boquiabiertos
se quedaron cuando con ímpetu desacostumbrado, irrumpí en la mesa;
alzando mi mano sobre la que reposaba una manzana ya madura y, fijando
la mirada en el hueco blanco y acuoso que le había producido un leve
mordisco, proferí, a pesar de mi condición de concubina:

"Mirad esta fruta, devorada por mi boca amarga, así como yo, por el
tiempo. Jamás recobrará el trozo que se llevaron mis labios y cuyo surco
empieza a ser mugriento. No podría recomponerla como tampoco se puede
rescatar el tiempo. Ni volverán esos años de esplendor de los que
habláis -profeticé como un postre indigesto para aquellos patricios de
estómagos insatisfechos, a sabiendas que aquella sería mi última
manzana- ¡Arrogantes romanos, tampoco la gloria volverá a Roma!


A. Aroca

UNAS PALABRAS...

Quería poner unas líneas después de tanto tiempo, pero no tengo nada escrito. Quiero decir que en este tiempo que he estado sin ordenador no tengo  ningún manuscrito que pueda pasar al blog. Ahora que lo pienso, no es que haya sido falta de inspiración, simplemente no he tenido la necesidad de hacerlo. Me acabo de dar cuenta ahora que lo comento y creo encontrarle un significado muy concreto, es como pasar de nivel, como cuando se aprueba una asignatura pendiente.  
De todas formas, ver una hoja en blanco es algo que me provoca, que me llama, pero tampoco es cuestión de escribir por escribir, sería como hablar por hablar, total, una estupidez. He recurrido al blog que leo de vez en cuando y del que alguna vez he copiado algunos textos en mi página pero he tenido una reacción un poco rara.  Todo era demasiado empalagoso o demasiado dramático: sueños, amores, traiciones, celos, adioses, amores no correspondidos, esperanzas frustradas, indiferencias, silencios, promesas de amor eterno... no me han servido y me ha extrañado tener esa sensación de hastío hacia este género, sin menospreciar por supuesto a sus autores pero  no he encontrado nada que me haya convencido ni que me haya merecido la pena colgar en esta entrada, sobretodo porque no quiero reiterarme en la pena ni en la melancolía que poco me aportan ya.
Así que no tengo nada más que ofrecer que estas  palabras que escribo de corrido, sin tan siquiera corregir porque ahora que tengo ordenador, lo que no tengo es tiempo.
Y eso es todo, saludados quedáis y agradecida por los que me siguen leyendo. Lo que tengo en este momento es un corazón en paz y desde la paz, la inspiración se inclina  por otros derroteros; buenas noches.

A. Aroca


    

Paganini - Caprice no.24, Alexander Markov, violin [HD]







Vuelvo con Paganini, uno de mis preferidos. Pon fín tengo ordenador otra vez, ¿me habéis echado de menos?

QUIEN HA VIVIDO MUCHAS TORMENTAS Hay una tierra devastada, destruida por un temporal que el destino caprichoso hace volver una y otra ...