CASI TODO POR DECIR

Es cierto. Eso me está pasando con un texto que estoy preparando para una posible publicación. Cuatro páginas de sentimiento donde en algún párrafo hasta me he emocionado al repasarlo; sin embargo, tengo la sensación que se me queda algo o mucho por  decir, como si no hubiese alcanzado la esencia que necesito para romper del todo y ahí ando, dándole vueltas en mi cabeza a esa retahíla de palabras sueltas que no encuentran sitio donde acomodarse en un escrito que aparentemente ya ha llegado a su final.