Arisa - Missiva d' Amore "by pepe le pew".wmv

Alegría

 Uno tiene derecho a la alegría. A veces es humo o es niebla o es celaje. Pero detrás de esas demoras ella está, esperando. Siempre hay una hendija del alma por donde la alegría asoma sus despabiladas pupilas. Entonces el corazón se vuelve más vivaz, se extrae de su quietud y es casi pájaro.

 La alegría sobreviene después de las ausencias, al fin de las nostalgias. Si uno se reencuentra con lo amado y su revelación unánime, es lógico que el gozo nos abrace y a uno le vienen las ganas de cantar. Aunque no tenga voz, aunque esté ronco de pasadas angustias.

 Después de todo la alegría es un préstamo, no nos pertenece. Es una locurita, un premio pasajero, pero la disfrutamos como si fuera propia, como un lucro, como una primavera de la vida. Ella se aferra al tiempo, arrastra su poquito de la infancia y se mete soplando en la vejez.
Semana tras semana, año tras año, la alegría va llenando vacíos. Hasta que no puede más y se vuelve tristeza.

Mario Benedetti - Vivir adrede.

Jacqueline Fuentes - Sinuoso Trópico "by pepe le pew"

LO QUE NOS PERTENECE. Reflexión para el fín de semana.

Cada uno tiene que cargar con su propia mochila, la que nos corresponde
por destino o por cualquier otra circunstancia, pero lo cierto es que
cada uno debe asumir su propio peso. Podemos ayudar al otro, pero no
llevar su carga porque entonces soportarías un peso que no te
corresponde y te sentirías cada vez más pesado y por lo tanto, peor y
éste hecho irá influenciando gradualmente en muchos aspectos de tu
vida, sobretodo en lo emocional, que es lo que primero se verá afectado.
A veces nos sentimos en la oblgación de llevar el peso de otros por
diversos motivos: deber, compromiso, costumbres y costumbre, porque
tanto lo bueno como lo malo acaba por convertirse en rutina.
En el caso de nuestros hijos, tendemos a sobreprotegerlos en vez de
enseñarles a ser autosuficientes y a vivir como seres independientes y
libres; nos hacemos cargo de sus mochilas llenas de responsabilidades
para evitarles sufrimiento y los malacostumbramos a ir ligeros como
plumas, con lo cual la futura caída es inevitable.
Nadie debería depender de ningún otro en ningún aspecto, ni económica ni
afectiva ni personalmente; viviríamos con plena libertad, lo que haría
que las personas se reunieran por elección y no por necesidad. Sin
embargo, con el panorama económico actual, cada vez se torna más difícil
la independencia económica, de la que provienen por desgracia, todas las
demás.
A veces, es también un patrón cultural. Somos mejores padres, parejas o
amigos por cargar con la mochila del otro y cuando te das cuenta de lo
erróneo de esa creencia, ya estás demasiado lejos como para retroceder.
Otra cuestión añadida es la culpa. Las mochilas están repletas de
culpas: culpas propias y ajenas, recogidas en un mismo saco de
desconcierto y desesperanza que no se vacía con el tiempo sino muy al
contrario porque por sus agujeros entran sin darte cuenta el
resentimiento, el hastío y la resignación.
Sería bueno entender que no existen culpables, solo errores; errores
subsanables, problemas con solución porque todos los callejones tienen
salida menos el de la muerte, que a veces también constituye una salida
para el sufrimiento aunque esa puerta, solo puede abrirla Dios.

Así que coloca en tu mochila tu propio peso y deja que cada uno soporte
la suya. Camina equilibrado por los senderos que te marca la vida; el
camino, largo o corto, fácil o dificultoso empieza con un solo paso, el
que te llevará a conseguir lo que te corresponde porque imposible no es
aquello que no podamos alcanzar, sino aquello que no está en nuestro
camino y por lo tanto, no nos pertenece.

A. Aroca
Definitivamente, me rindo. 
LA ATENCIÓN AL DETALLE:

La neutralidad ayuda al opresor, nunca a la víctima. El silencio alienta al torturador, nunca al atormentado

 Ugolino  y sus hijos. 
Heracles batiendo el Centauro Neso 

 Arquímedes
Manos tensas en el Museo de Brooklyn

El "David" de Miguel Angel


*ESCAPADAS EMOCIONALES*


Ante la imposibilidad de huir físicamente, se pueden hacer escapadas
emocionales que es lo mismo que evadirse o retirarse de la realidad
cotidiana, del mundanal ruído y del resto de la especie sin desaparecer
del mapa geográfico de costumbre.
Es curioso como algo tan fácil y tan entendible, suele molestar a los de
alrededor, que enseguida te tachan de raro, solitario o excéntrico.
Cuando algo no se conoce o no se comprende, lo primero que hacemos es
ponerle nombre, con no muy buen gusto; esa maldita costumbre de
catalogar a los que actúan de forma diferente a uno mismo.
Todo el mundo puede viajar físicamente pero no todos pueden llegar a
donde les lleve su mente, simplemente porque están demasiado ocupados
con la vida de los demás.


A. Aroca
Cortázar, escuela de libertad

Hoy se cumplen cien años del nacimiento del Julio Cortázar, escritor
argentino, una de la grandes figuras del «boom» de la literatura
hispanoamericana del siglo XX. Cultivador del cuento fantástico, los
relatos breves de Cortázar se apartaron sin embargo de la alegoría
metafísica para indagar en las facetas inquietantes y enigmáticas de lo
cotidiano, en una búsqueda de la autenticidad y del sentido profundo de
lo real que halló siempre lejos del encorsetamiento de las creencias,
patrones y rutinas establecidas. Su afán renovador se manifiesta sobre
todo en el estilo y en la subversión de los géneros que se verifica en
muchos de sus libros, de entre los cuales la novela /Rayuela/ (1963)
sobresale como su obra maestra.

Rayuela considerada una de las primeras obras surrealistas de la
literatura argentina, con un total de 155 capítulos, cuya lectura admite
varias posibilidades: leyendo secuencialmente de principio a fin;
leyendo secuencialmente desde el capítulo 1 al 56 y prescindiendo del
resto; por la secuencia establecida por el autor en el tablero de
dirección (que se encuentra al inicio del libro) saltando y alternando
capítulos ó por el orden que el lector desee, explica Cortázar.

…..........................................................


Siguiendo la secuencia del tablero, me paro en el capítulo nº 7, "Toco
tu boca"







"Toco tu boca"




/Toco tu boca, con un dedo todo el borde de tu boca, voy dibujándola
como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se
entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y
recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi
mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con
soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu
cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente
con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja./

/Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces
jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más cerca y los ojos se
agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se
miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan
tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en
los dientes, jugando en sus recintos, donde un aire pesado va y
viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan
hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo
mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de
peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos
el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber
simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una
sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar
contra mí como una luna en el agua./

DICCIONARIO


Los recuerdos te dan un pellizco de nostalgia en el corazón. 


Ahora con las nuevas tecnologías, uno puede guardar cientos de fotos y 
de archivos en un CD, o en un pen que ocupa menos que un mechero, pero 
la sensación de abrir una caja llena recuerdos no tiene comparación. 
Entre ellos, estas postales que recibí en mi adolescencia, guardadas 
como un tesoro aunque lo mejor no está en las ilustraciones de las 
tarjetas sino en lo que se escribía al dorso. El encanto de la 
caligrafía y del matasellos, de esa firma apresurada casi sin espacio, 
de ese sentimiento expresado entre cuatro esquinas, no tiene precio.
Los recuerdos te dan un pellizco de nostalgia en el corazón. 

A. Aroca

QUIEN HA VIVIDO MUCHAS TORMENTAS Hay una tierra devastada, destruida por un temporal que el destino caprichoso hace volver una y otra ...