Madame Butterfly - Maria Callas



Me sigue emocionando


ENTRE EL PROPÓSITO Y LA ACCIÓN

REFLEXIÓN PARA EL FIN DE SEMANA


Entre el propósito y la acción suele transcurrir un período más o menos
extenso, dependiendo de la voluntad y el carácter de cada uno.


El propósito es la intención mental de cambiar una situación, de
abandonar un hábito, de liberarse de una dependencia, de crear o
modificar una circunstancia, etc...

El propósito lleva implícito un deseo de cambio que mientras se forja en
nuestra cabeza nos ilusiona y nos predispone el ánimo para cualquier
modificación.

A veces, el propósito no trasciende de lo mental, convirtiéndose así en
una sombra que aparece cada día sobre nuestro horizonte para reclamarnos
de parte de la conciencia, un plazo de ejecución. En la mayoría de los
casos, solo queda en una intención porque no es más que una falsa
promesa hecha a nosotros mismos que solemos engañarnos con facilidad en
este tipo de cosas, excusándonos con los más disparatados argumentos,
postergando así la acción en el tiempo hasta que nos olvidamos por
completo de ella.


Todo cambio requiere una decisión y toda decisión, no es más que otra
elección para la que se necesita determinación y valentía.

Elegir entre lo que queremos y lo que debemos; normalmente lo que
deseamos no coincide exactamente con lo que necesitamos y por mucho que
nos queramos engañar, en el fondo lo sabemos, por eso nos cuesta tanto
pasar del propósito a la acción, porque supone algo o mucho de esfuerzo
y como todo cambio, está colmado de incertidumbres donde reina la duda
que es la peor enemiga de la iniciativa.


"La vida está hecha de tantos propósitos y tan pocas acciones".


A. Aroca

Jeff Buckley- Lover, You Should've Come Over

EL HOMBRE, ¡QUE GRAN INVENTO!

El hombre es ingenuo por naturaleza, aún cree en la venida de un salvador. Y no hablo de gracia sino de “cracia” que es un sufijo de origen griego que indica gobierno o sistema.
Sí, el hombre es ingenuo, poco racional y falto de criterio individual.
Cuando dicen que es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, -y tres, y cuatro...-, es porque no reconoce que la piedra aunque cambie de forma, nombre o color, sigue siendo piedra y mantiene intacta todas sus propiedades.
El hombre, enfervorizado, se adhiere a las masas donde encuentra cobijo porque en realidad, no sabe estar solo, porque no está seguro de sí mismo, porque es más fácil y cómodo seguir la corriente que marcar la diferencia.
Y mientras va coleccionando piedras, cayéndose y levantándose, el hombre en vez de evolucionar conscientemente -esto es, aprender- se ampara en un mundo aprendido de vanidades que no le permite ningún tipo de autocrítica pero sí mucho de engreímiento ejerciendo la falsa modestia.
Es un desorden manifiesto donde no se ve la viga en el ojo propio pero sí la paja en el ajeno. Esa es la supremacía del hombre y lo que nos diferencia del resto de los animales.
Nos movemos en un mundo titulado con el nombre de muchos valores cuando en realidad lo que hay es un submundo interior antagónico que por ingenuidad -voy a llamarlo así- no reconocemos como nuestro.
El hombre... ¡que gran invento!


A. Aroca
¿POR QUÉ COLECCIONAMOS COSAS?


Seguro que alguna vez habréis coleccionado cosas como billetes de
autobús "capicúa", posa vasos de los diferentes bares de tu juventud,
carnets de la universidad, o de algún club de fútbol, llaveros, estampas
de tu película favorita, entradas de conciertos, postales recibidas,
periódicos o cajitas de cerillas como las de la foto.


¿Que es lo que nos mueve a coleccionar cosas?


Según un artículo de la revista "muy interesante", a través de los
objetos fijamos nuestra identidad, establecemos un comportamiento ritual
y nostálgico que da sentido a nuestra biografía. Nos reconocemos en los
objetos que abarrotan casas y cuerpos. Las personas que coleccionan
cosas, desde canicas a obras de arte, se sienten impulsadas
principalmente por un deseo de realización personal. El placer que
supone la posesión de un conjunto de cosas radica en la acumulación, por
encima de la necesidad, y cada objeto es significativo en la medida en
que es rico en historia y en asociaciones imaginarias y reales. El
excedente de esta acumulación suele ser regalado, cambiado o destruído.


En mi opinión personal, yo creo que muchos coleccionábamos billetes
capicúa porque se puso de moda y posavasos, cerillas y entradas de
concierto porque sin duda, debimos pasarlo tan bien en su día que
quisimos perpetuar el recuerdo materializandolo en un objeto.


A. Aroca
ENSEÑANZA DE  DE HOY

Todo lo que proviene del interior se manifiesta en el exterior.
Asegúrate de que sea genuino, justo y claro.
Si no es así, la manifestación del exterior será superficial.
MURO DE CONTENCIÓN.


Nada puede traspasarlo; inmóvil en su posición, nada es capaz de
resquebrajarlo, ni de conmoverlo, ni siquiera por sus poros se filtra un
átomo de luz.

Las emociones son contenidas, controladas y calculadas al máximo; su
cuerpo es rígido y su sonrisa forzada, sus ojos aún brillan por momentos
aunque tienen viso de quedarse opacos.

Tiene la cabeza sobre los hombros, es un ganador de la vida, aunque yo
diría que no es una victoria justa.

En la guerra, ninguna victoria es justa ni mucho menos dulce; todos son
perdedores aunque solo es uno el derrotado, normalmente es aquél que no
ha sabido mantener intacto su muro de contención.


A. Aroca

  No te arrepientas nunca de vivir en la luna, desde allí se tiene una visión más clara de las cosas; en el momento que bajas a la tierra, tu perspectiva se distorsiona y te vuelves persona. 

REGALAR EL OÍDO


Una persona que habla mucho,

solo se escucha a sí misma;

una persona que habla poco,

tiene mucho que decir.


Las palabras son como hileras

de sonido que a veces,

no significan nada.


Aquél que se deja embaucar

por su oído, está perdido.

Las palabras las arrastra el viento,

cuanto más vacías, más lejos.


A. Aroca

QUIEN HA VIVIDO MUCHAS TORMENTAS Hay una tierra devastada, destruida por un temporal que el destino caprichoso hace volver una y otra ...