EL HOMBRE, ¡QUE GRAN INVENTO!
El hombre es ingenuo por
naturaleza, aún cree en la venida de un salvador. Y no hablo de
gracia sino de “cracia” que es un sufijo de origen griego que
indica gobierno o sistema.
Sí, el hombre es
ingenuo, poco racional y falto de criterio individual.
Cuando dicen que es el
único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, -y tres, y
cuatro...-, es porque no reconoce que la piedra aunque cambie de
forma, nombre o color, sigue siendo piedra y mantiene intacta todas
sus propiedades.
El hombre, enfervorizado,
se adhiere a las masas donde encuentra cobijo porque en realidad, no
sabe estar solo, porque no está seguro de sí mismo, porque es más
fácil y cómodo seguir la corriente que marcar la diferencia.
Y mientras va
coleccionando piedras, cayéndose y levantándose, el hombre en vez
de evolucionar conscientemente -esto es, aprender- se ampara en un
mundo aprendido de vanidades que no le permite ningún tipo de
autocrítica pero sí mucho de engreímiento ejerciendo la falsa
modestia.
Es un desorden manifiesto
donde no se ve la viga en el ojo propio pero sí la paja en el ajeno.
Esa es la supremacía del hombre y lo que nos diferencia del resto de
los animales.
Nos movemos en un mundo
titulado con el nombre de muchos valores cuando en realidad lo que
hay es un submundo interior antagónico que por ingenuidad -voy a
llamarlo así- no reconocemos como nuestro.
El hombre... ¡que gran
invento!
A. Aroca
acabo de llegar de viaje y fijate que una de las cosas que he pensado mientras viajaba era precisamente como era el ser humano, ahora llego y leo tu escrito y me quedo boquiabierto, porque es verdad, que buen titulo que le has dao, el hombre, que gran invento.
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