AGUANTE
La presión es intensa; es una especie de tortura. No es un dolor físico
aunque terminará por afectar a cualquier órgano de mi cuerpo. Es como
una punzada en el corazón, una opresión en el estómago, un martilleo
constante en las sienes. No hay cuerdas que me sujeten a esta silla pero
la sensación es la de tener una camisa de fuerza. No puedo escapar, mi
lucha es interior; arañando el alma y escribiendo letras, consigo
aliviarme un poco pero no se acaba; horas y horas, y día tras día.
¿cuánto puede aguantar un cuerpo? ¿y un alma? Sinceramente, no lo sé.
Solo sé que yo no puedo más.
A. Aroca
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