'Las Espinas pinchan si se pisan, no si se besan'
¿UN MASAJITO?
Seguro que alguna vez habrás ido a darte un masajito ¿verdad? pero ¿lo
has probado en los pies?. Ayer tuve el placer de comprobar lo relajante
que puede llegar a ser la reflexología podal además de sus ventajas
terapeúticas.
La reflexología es una técnica manual basada en la aplicación de presión
en las zonas reflejas que tenemos en los pies. A través de la presión en
los puntos del pie, se envían señales nerviosas y se activa el poder
curativo del cuerpo. Con una sesión de reflexología puedes reducir el
estrés, mejorar la circulación, estimular el sistema nervioso o regular
transtornos digestivos y hormonales entre otros muchos beneficios.
Os lo recomiendo, es una sensación muy agradable si además el ambiente
es a media luz, con música relajante y olor a incienso.
Seguro que alguna vez habrás ido a darte un masajito ¿verdad? pero ¿lo
has probado en los pies?. Ayer tuve el placer de comprobar lo relajante
que puede llegar a ser la reflexología podal además de sus ventajas
terapeúticas.
La reflexología es una técnica manual basada en la aplicación de presión
en las zonas reflejas que tenemos en los pies. A través de la presión en
los puntos del pie, se envían señales nerviosas y se activa el poder
curativo del cuerpo. Con una sesión de reflexología puedes reducir el
estrés, mejorar la circulación, estimular el sistema nervioso o regular
transtornos digestivos y hormonales entre otros muchos beneficios.
Os lo recomiendo, es una sensación muy agradable si además el ambiente
es a media luz, con música relajante y olor a incienso.
EL IMPULSO
El impulso saca a la luz lo interior, lo expulsa fuera a borbotones, a
veces de forma desafortunada o poco correcta pero siempre sincera; es
decir, no inventa, no crea, no manipula porque entre otras cosas, es
espontáneo y no tiene tiempo de preparativos ni preámbulos. No me
refiero a estar en posesión de la verdad sino a actuar de verdad que es
algo muy distinto., actuar desde el corazón, o desde la impaciencia, o
desde la vulnerabilidad, la indefensión, el miedo, o cualquiera de esas
emociones que crean las situaciones confusas e inesperadas.
El impulso no medita, no conoce de estrategias, no acecha amenazante, no
espera rencoroso, no entiende de momentos ni ocasiones oportunas para
actuar, ni es premeditado ni persigue fines concretos o estudiados, no
es discreto ni mucho menos elegante; no te salvaguarda, más bien te
expone, te deja en una posición vulnerable ante los demás y después te
abandona a tu suerte. El impulso nace en lo más hondo de tus entrañas,
como un cosquilleo que araña las paredes de tu estómago y sube por tu
pecho hasta que se apodera de tus sentidos, explota en tus labios o se
hacen dueño de tus actos, de tus gestos, de tu cuerpo, como una
exaltación de tu masa interior que no atiende a razones.
Las personas que nos guiamos por impulsos, somos las que más errores
cometemos, porque actuamos con vehemencia, con la intensidad del
momento, con la furia de la emoción contenida y es ahí en ese expresar
desesperado donde nos vaciamos, a veces en un sinsentido que asusta.
Después viene el recuento -generalmente de pérdidas, pero el estallido
ha sido puro, lo demás son tácticas y estrategias.
A. Aroca
El impulso saca a la luz lo interior, lo expulsa fuera a borbotones, a
veces de forma desafortunada o poco correcta pero siempre sincera; es
decir, no inventa, no crea, no manipula porque entre otras cosas, es
espontáneo y no tiene tiempo de preparativos ni preámbulos. No me
refiero a estar en posesión de la verdad sino a actuar de verdad que es
algo muy distinto., actuar desde el corazón, o desde la impaciencia, o
desde la vulnerabilidad, la indefensión, el miedo, o cualquiera de esas
emociones que crean las situaciones confusas e inesperadas.
El impulso no medita, no conoce de estrategias, no acecha amenazante, no
espera rencoroso, no entiende de momentos ni ocasiones oportunas para
actuar, ni es premeditado ni persigue fines concretos o estudiados, no
es discreto ni mucho menos elegante; no te salvaguarda, más bien te
expone, te deja en una posición vulnerable ante los demás y después te
abandona a tu suerte. El impulso nace en lo más hondo de tus entrañas,
como un cosquilleo que araña las paredes de tu estómago y sube por tu
pecho hasta que se apodera de tus sentidos, explota en tus labios o se
hacen dueño de tus actos, de tus gestos, de tu cuerpo, como una
exaltación de tu masa interior que no atiende a razones.
Las personas que nos guiamos por impulsos, somos las que más errores
cometemos, porque actuamos con vehemencia, con la intensidad del
momento, con la furia de la emoción contenida y es ahí en ese expresar
desesperado donde nos vaciamos, a veces en un sinsentido que asusta.
Después viene el recuento -generalmente de pérdidas, pero el estallido
ha sido puro, lo demás son tácticas y estrategias.
A. Aroca
¿MÁS AÚN?
Le temo a esos momentos donde se pierde la templanza, donde la paciencia
se agota, donde la espera ya no tiene esquinas donde pararse. Le temo a
esos momentos de locura transitoria donde la impulsividad y el
temperamento emocional son liberados. Le temo porque en esos momentos
soy más vulnerable y no me lo puedo permitir, aunque ¿se puede ser más
vulnerable aún?
A. Aroca
Le temo a esos momentos donde se pierde la templanza, donde la paciencia
se agota, donde la espera ya no tiene esquinas donde pararse. Le temo a
esos momentos de locura transitoria donde la impulsividad y el
temperamento emocional son liberados. Le temo porque en esos momentos
soy más vulnerable y no me lo puedo permitir, aunque ¿se puede ser más
vulnerable aún?
A. Aroca
un paseo por la memoria
No podemos pretender ser los primeros o los preferidos, solo somos
lo que está disponible, los restos, las sobras, los supervivientes, lo
que va quedando, los saldos, y es con eso poco noble con lo que se
erigen los más grandes amores y se fundan las mayores familias, de eso
provenimos todos, producto de la casualidad y el inconformismo, de los
descartes y las timideces y los fracasos ajenos, y aún así daríamos
cualquier cosa a veces por resurgir junto a quien rescatamos un día de
un desván o una almoneda, o nos tocó en suerte a los naipes o nos
recogió de los desperdicios; inverosímilmente logramos convencernos de
nuestros azarosos enamoramientos, y son muchos los que creen ver la mano
del destino en lo que no es más que una rifa de pueblo cuando ya agoniza
el verano..."
*fragmento de "Los enamoramientos" de Javier Marías.
lo que está disponible, los restos, las sobras, los supervivientes, lo
que va quedando, los saldos, y es con eso poco noble con lo que se
erigen los más grandes amores y se fundan las mayores familias, de eso
provenimos todos, producto de la casualidad y el inconformismo, de los
descartes y las timideces y los fracasos ajenos, y aún así daríamos
cualquier cosa a veces por resurgir junto a quien rescatamos un día de
un desván o una almoneda, o nos tocó en suerte a los naipes o nos
recogió de los desperdicios; inverosímilmente logramos convencernos de
nuestros azarosos enamoramientos, y son muchos los que creen ver la mano
del destino en lo que no es más que una rifa de pueblo cuando ya agoniza
el verano..."
*fragmento de "Los enamoramientos" de Javier Marías.
Beethoven "Allegretto - sinfonia nº 7"
Hace tiempo que no escuchaba clásica, creo que en este blog aún no me había estrenado con ninguna pieza. Será porque la música es el estado del alma y la mía está un poco más tranquila a pesar de los pesares.
Que remedio, hay que seguir adelante y olvidarse de los piratas.
"Se convirtió en pirata pero nunca mostró su herida".
*LA PARSIMONIA DEL ABUSO*
Desde dentro se tiene otra visión. Escucho y observo, capto
conversaciones, ato cabos sueltos y le pongo nombre a las caras y caras
a los nombres; si además relacionas cargos presentes con pasados y con
pronósticos futuros amén de otros vínculos relacionales, el panorama se
dibuja solo y os aseguro que es negro, muy negro, como la herrumbre de
sus pensamientos, de sus mentes altivas, de sus gestos osados y
chocarreros.
No hay que ser muy listo para darse cuenta de la jugada; si no puedes
alcanzar la torre, rodeala, amurallate y corroe poco a poco. Despeja el
camino, derribando y colocando las piezas de tu ajedrez pero no con
estrategia sino con estratagema. Los que poco saben del honor no tienen
más remedio que recurrir a las trampas.
Me hierve la sangre la parsimonia de este abuso del que somos víctimas y
a la vez, cómplices.
A. Aroca
Desde dentro se tiene otra visión. Escucho y observo, capto
conversaciones, ato cabos sueltos y le pongo nombre a las caras y caras
a los nombres; si además relacionas cargos presentes con pasados y con
pronósticos futuros amén de otros vínculos relacionales, el panorama se
dibuja solo y os aseguro que es negro, muy negro, como la herrumbre de
sus pensamientos, de sus mentes altivas, de sus gestos osados y
chocarreros.
No hay que ser muy listo para darse cuenta de la jugada; si no puedes
alcanzar la torre, rodeala, amurallate y corroe poco a poco. Despeja el
camino, derribando y colocando las piezas de tu ajedrez pero no con
estrategia sino con estratagema. Los que poco saben del honor no tienen
más remedio que recurrir a las trampas.
Me hierve la sangre la parsimonia de este abuso del que somos víctimas y
a la vez, cómplices.
A. Aroca
Noche de Reyes
Lo que más me gusta es envolver los regalos, escoger los papeles más bonitos y terminarlos con un lazo. A los niños les pongo una pegatina con alguna frase del Rey Baltasar -que es el mío- y los cubro de caramelos.
Por la noche antes de acostarnos, ponemos los zapatos delante de la ventana. Da igual la edad que tengamos, seguimos esperando a sus Majestades con la misma ilusión porque nunca sabemos lo que nos van a dejar
.
De eso se trata, de no perder la ilusión.
A. Aroca
Lo que más me gusta es envolver los regalos, escoger los papeles más bonitos y terminarlos con un lazo. A los niños les pongo una pegatina con alguna frase del Rey Baltasar -que es el mío- y los cubro de caramelos.
Por la noche antes de acostarnos, ponemos los zapatos delante de la ventana. Da igual la edad que tengamos, seguimos esperando a sus Majestades con la misma ilusión porque nunca sabemos lo que nos van a dejar
De eso se trata, de no perder la ilusión.
A. Aroca
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QUIEN HA VIVIDO MUCHAS TORMENTAS Hay una tierra devastada, destruida por un temporal que el destino caprichoso hace volver una y otra ...
