"el aleteo de las alas de una mariposa, se puede sentir al otro lado del mundo" (proverbio chino)
PERTENECER AL GRUPO
Muchas mañanas cuando voy hacia el trabajo, coincido con un chico que
tararea las canciones que suenan en los auriculares conectados a su
smartphone; no le importa que el resto del autobús lo mire ni que sea
su voz la que rompa el silencio. Aunque tiene un cuerpo de hombre, actúa
como un niño; los niños no sienten vergüenza ni pudor, son inocentes y
espontáneos, no tienen dobleces, se muestran tal y como son porque aún
no han sido contaminados. Los viajeros del autobús, sonríen con ternura
porque enseguida se dan cuenta de que es un joven con síndrome de down y
está protegido, como lo estaría un niño porque actúan desde la
inocencia, sin maldad y nadie cuestiona su comportamiento.
Cuando dejamos de ser niños hay muchas cosas que no nos están
permitidas. Vivimos bajo reglas de lo que está bien y lo que está mal,
lo que debemos o no debemos hacer, lo que nos corresponde según la edad.
Cambiamos la inocencia por picardía y nos volvemos desconfiados,
maliciosos, rígidos, incrédulos..., nos fabricamos una coraza que
esconde nuestros sentimientos porque si expresamos todo lo que sentimos,
nos pueden herir y mucho. Tenemos mucho miedo a que nos hieran, a que
nos hagan daño, a que nos manipulen, a que se aprovechen de nosotros y
nos fabricamos un personaje fuerte y maduro, sobretodo que aparente ser
maduro ante los ojos de los demás porque la inocencia y la ingenuidad
están mal vistas. Es un signo de debilidad y en este circo de las
vanidades, uno no puede permitirse ser débil, hay que mantener las
formas, hay que tener astucia, saber más que tu adversario para poderlo
engañar cuando a ti te interese o por lo menos, evitar que él te engañe
a ti. Nos hacemos cómplice de la mentira, nos vendemos a la adulación,
nos confabulamos con la hipocresía y nos jactamos con la ignorancia.
Somos auténticos necios vestidos de madurez.
Somos niños con capas y capas de maldad, tantas que a veces el cuerpo
se nos queda chico.
Estamos tan cubiertos de gloria que no podemos ni respirar pero da lo
mismo, porque seguimos avanzando, demostrando al mundo que somos aptos
para transitar en esta selva, sacando los dientes, defendiéndonos con
las uñas bien afiladas y guardando el hacha bajo la almohada por si
acaso. Nuestras batallitas se mediran más por las valías que por los
valores aunque curiosamente, intentaremos presumir más de éstos
últimos y ocultar con falsa modestia, los primeros. Y cambiaremos el
ser por el somos, porque es la única forma de no desentonar de la
mayoría, es la única forma de que te acepten sin cuestionarte o sin que
te llamen despectivamente loco, irreflexivo e inmaduro.
A. Aroca
Muchas mañanas cuando voy hacia el trabajo, coincido con un chico que
tararea las canciones que suenan en los auriculares conectados a su
smartphone; no le importa que el resto del autobús lo mire ni que sea
su voz la que rompa el silencio. Aunque tiene un cuerpo de hombre, actúa
como un niño; los niños no sienten vergüenza ni pudor, son inocentes y
espontáneos, no tienen dobleces, se muestran tal y como son porque aún
no han sido contaminados. Los viajeros del autobús, sonríen con ternura
porque enseguida se dan cuenta de que es un joven con síndrome de down y
está protegido, como lo estaría un niño porque actúan desde la
inocencia, sin maldad y nadie cuestiona su comportamiento.
Cuando dejamos de ser niños hay muchas cosas que no nos están
permitidas. Vivimos bajo reglas de lo que está bien y lo que está mal,
lo que debemos o no debemos hacer, lo que nos corresponde según la edad.
Cambiamos la inocencia por picardía y nos volvemos desconfiados,
maliciosos, rígidos, incrédulos..., nos fabricamos una coraza que
esconde nuestros sentimientos porque si expresamos todo lo que sentimos,
nos pueden herir y mucho. Tenemos mucho miedo a que nos hieran, a que
nos hagan daño, a que nos manipulen, a que se aprovechen de nosotros y
nos fabricamos un personaje fuerte y maduro, sobretodo que aparente ser
maduro ante los ojos de los demás porque la inocencia y la ingenuidad
están mal vistas. Es un signo de debilidad y en este circo de las
vanidades, uno no puede permitirse ser débil, hay que mantener las
formas, hay que tener astucia, saber más que tu adversario para poderlo
engañar cuando a ti te interese o por lo menos, evitar que él te engañe
a ti. Nos hacemos cómplice de la mentira, nos vendemos a la adulación,
nos confabulamos con la hipocresía y nos jactamos con la ignorancia.
Somos auténticos necios vestidos de madurez.
Somos niños con capas y capas de maldad, tantas que a veces el cuerpo
se nos queda chico.
Estamos tan cubiertos de gloria que no podemos ni respirar pero da lo
mismo, porque seguimos avanzando, demostrando al mundo que somos aptos
para transitar en esta selva, sacando los dientes, defendiéndonos con
las uñas bien afiladas y guardando el hacha bajo la almohada por si
acaso. Nuestras batallitas se mediran más por las valías que por los
valores aunque curiosamente, intentaremos presumir más de éstos
últimos y ocultar con falsa modestia, los primeros. Y cambiaremos el
ser por el somos, porque es la única forma de no desentonar de la
mayoría, es la única forma de que te acepten sin cuestionarte o sin que
te llamen despectivamente loco, irreflexivo e inmaduro.
A. Aroca
LA
PRIMAVERA
La
primavera está a punto de hacer acto de presencia, dentro de una
hora entrará por la puerta de nuestra casa sin pedir permiso, casi
sin avisar porque ella es así, espontánea, natural.., impulsiva
como yo, y aparece cuando menos te la esperas, con un paisaje gris
como el de hoy, con lluvia, con un eclipse de primera hora y una luna
nueva al anochecer.
La
primavera llega y no avisa, como tantas otras cosas. No ha sido un
día alegre, ni soleado, ya lo sé; no han salido las mariposas, ni
se han abierto las margaritas, pero ella viene y llena los corazones
poco a poco, los llena de paz, de música y de armonía. Y se lleva
también poco a poco las tristezas escondidas bajo los abrigos,
porque esa es su misión.
Llega,
te susurra, te alivia, te da calor, y después de estar un poquito
contigo te deja con toda su energía para que aguantes el siguiente
tirón.
Yo
no la esperaba aún, me cogió de improviso, pero ya está conmigo,
y contigo.
A.
Aroca
Wu wei
Wu wei (en chino "No Acción)
Describe un importante aspecto de la filosofía taoísta y política en el
cual la forma más adecuada de gobernar es no actuar (forzar), si bien se
hace mucho énfasis en la literatura taoísta que no es lo mismo no actuar
que no hacer nada. También significa "sin esfuerzo" y "crecimiento" las
plantas crecen por wu wei, es decir no hacen esfuerzos para crecer,
simplemente lo hacen. El Wu Wei sería, pues, una forma natural de hacer
las cosas, sin forzarlas con artificios que desvirtúen su armonía y
principio.
En la caligrafía Zen el Wu wei ha sido representado como un círculo
Wu wei (en chino "No Acción)
Describe un importante aspecto de la filosofía taoísta y política en el
cual la forma más adecuada de gobernar es no actuar (forzar), si bien se
hace mucho énfasis en la literatura taoísta que no es lo mismo no actuar
que no hacer nada. También significa "sin esfuerzo" y "crecimiento" las
plantas crecen por wu wei, es decir no hacen esfuerzos para crecer,
simplemente lo hacen. El Wu Wei sería, pues, una forma natural de hacer
las cosas, sin forzarlas con artificios que desvirtúen su armonía y
principio.
En la caligrafía Zen el Wu wei ha sido representado como un círculo
A pocos días de las elecciones y visto lo visto, e imaginando lo que
queda por ver, se me ha venido a la mente ese dicho tan popular como
verídico que dice: "prometer hasta meter y después de metido, olvidar
lo prometido".
Porque la palabra atrae pero también embauca, igual que el envoltorio no
tiene nada que ver con el regalo y hay que ser muy conscientes para no
caer en la trampa.
Hay otro dicho que dice: "no hagas caso de lo que tus oídos escuchen,
sino de lo que tus ojos vean." .
Pues eso.
A. Aroca
queda por ver, se me ha venido a la mente ese dicho tan popular como
verídico que dice: "prometer hasta meter y después de metido, olvidar
lo prometido".
Porque la palabra atrae pero también embauca, igual que el envoltorio no
tiene nada que ver con el regalo y hay que ser muy conscientes para no
caer en la trampa.
Hay otro dicho que dice: "no hagas caso de lo que tus oídos escuchen,
sino de lo que tus ojos vean." .
Pues eso.
A. Aroca
HABITA EN MÍ
Habita en mí
un alma inquieta y viajera,
un alma que se aferra a lo infinito,
un alma que por siglos fue poeta.
Habita en mí,
desprende suave olor a pergamino
y tiñe de colores los momentos
que funde lentamente con sus
letras.
Habita en mí con tanto empeño
que yo no sé negarme a su osadía,
recita por doquier entre mis sueños
y me despierta al alba cada día.
Habita en mí
un alma inquieta y viajera,
un alma que se aferra a lo infinito,
un alma que por siglos fue poeta.
Habita en mí,
desprende suave olor a pergamino
y tiñe de colores los momentos
que funde lentamente con sus
letras.
Habita en mí con tanto empeño
que yo no sé negarme a su osadía,
recita por doquier entre mis sueños
y me despierta al alba cada día.
@Maroka
UNA CABAÑA
Junto
con las tres cosas que dicen que todos deberíamos hacer antes de
morir, yo creo que la de tener un blog se podría sumar a la lista,
aprovechando la era de la tecnología.
Tener
un blog es tener un sitio a dónde ir, es como cuando de niños
teníamos una cabaña o algún rincón donde escondernos, donde
soñar, donde guardar o compartir secretos.
Recuerdo
cuando estaba en quinto de Primaria y hacía pellas o rabona, como le
llamábamos nosotros. A pocos metros del colegio había un
descampado donde nos dedicamos a construir una especie de escondite
con plásticos y ramas caídas de los árboles. Antoñito el Gordo,
José María el Guapo, Santiago y yo, que era la única niña que
dejaban entrar en el grupo.
Siempre
me llevé mejor con los chicos, que me respetaban y me trataban como
uno más. Hacía pellas, sí, pero también sacaba las mejores notas
y no recuerdo que nadie me haya llamado nunca “empollona”.
Mantenía un cierto equilibrio entre el sentido de la prudencia y el
de la aventura y jamás me descubrieron. ¡No sé como he podido
cambiar tanto!. Por aquella época sí que era todavía un alma
libre; después, en la adolescencia, llegaron las restricciones y me
bloquearon.
Como
iba diciendo, todo el mundo debería tener un blog, una página
personal, un sitio donde expresar, donde compartir. Da igual si le
quieres poner nombre o inventarte uno, da lo mismo si un día estás
nostálgico y otro embriagado de felicidad; si te descargas música
de los ochenta o si cuelgas poesía, si cuentas anécdotas o
compartes algún chiste. Lo importante es que seas tú mismo y que
dejes fluir tu imaginación, que guardes aquello que no te cabe ni en
el alma ni en la almohada, que te lleves de visita a algún amigo o
que vayas solo. Todo eso da lo mismo, lo único que tienes que hacer
para que tu blog sea digno de pertenecer a esa lista de cosas
fundamentales que todos deberíamos hacer, es expresar sin que nadie te condicione ni tu forma de ser ni tus palabras.
Que
pienses y escribas para ti mismo y lo cuelgues sin ninguna vergüenza
ni pudor, sin importarte lo que piensen los demás porque igual que
no se puede ir por la vida queriendo gustar a todo el mundo, tampoco
debes pretender que todo lo que escribas siente bien, o mal. Muchos
te leerán y se olvidarán enseguida y los más fieles, ya sabrán
esa forma de ser que tienes y no le darán más importancia.
Lo
principal es que lo hagas desde el corazón, y que no sean palabras
huecas para impresionar o manipular, para eso ya están los
políticos. Sé genuíno, transparente e inocente como un niño.
Da
igual la edad que tengas, todos llevamos dentro una parte de ese
niño; búscale una cabaña donde se pueda desahogar de vez en
cuando.
A. Aroca
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
QUIEN HA VIVIDO MUCHAS TORMENTAS Hay una tierra devastada, destruida por un temporal que el destino caprichoso hace volver una y otra ...

-
*EROS O THANATOS* Fue el famoso psicoanalista Sigmund Freud quien utilizó los nombres de Eros y Thanatos para referirse a dos...