ELEGIR A CADA PASO.
Nos pasamos la vida eligiendo. Cada momento, cada circunstancia es una
elección: la prenda que nos vamos a poner, lo que vamos a desayunar, las
llamadas que vamos a hacer, la calle por donde vamos a caminar y hasta
las palabras que vamos a decir... todo es una elección aunque a veces
ésta, sea inconsciente o se vuelva rutina.
Existen sin embargo otras de las que deberíamos ser plenamente
conscientes, me refiero a la actitud y la conducta con la que avanzamos
en nuestra vida, y que marcará nuestro futuro para bien o para mal.
Es cierto que cuando las circunstancias son extremadamente difíciles,
nuestros actos pueden volverse contradictorios o dubitativos ya que la
falta de visión y la intensidad emocional nos demora en decidir ante
cuestiones que reclaman actos enérgicos y decisivos, la vacilación es un
gran enemigo en tiempos urgentes.
Mantener la calma y la lucidez para no ser dominados por el
acontecimiento en cuestión; ser fiel a uno mismo, volcarse hacia la
fuente interior para aclarar nuestra mente y una vez eliminada la
confusión, recurrir a la sabiduría del corazón y actuar desde allí. Un
corazón en paz es un consejero invalorable.
Y como dijo Groucho Marx: "no te tomes la vida demasiado en serio, al
fin y al cabo, no saldrás vivo de ella".
A. Aroca
Nos pasamos la vida eligiendo. Cada momento, cada circunstancia es una
elección: la prenda que nos vamos a poner, lo que vamos a desayunar, las
llamadas que vamos a hacer, la calle por donde vamos a caminar y hasta
las palabras que vamos a decir... todo es una elección aunque a veces
ésta, sea inconsciente o se vuelva rutina.
Existen sin embargo otras de las que deberíamos ser plenamente
conscientes, me refiero a la actitud y la conducta con la que avanzamos
en nuestra vida, y que marcará nuestro futuro para bien o para mal.
Es cierto que cuando las circunstancias son extremadamente difíciles,
nuestros actos pueden volverse contradictorios o dubitativos ya que la
falta de visión y la intensidad emocional nos demora en decidir ante
cuestiones que reclaman actos enérgicos y decisivos, la vacilación es un
gran enemigo en tiempos urgentes.
Mantener la calma y la lucidez para no ser dominados por el
acontecimiento en cuestión; ser fiel a uno mismo, volcarse hacia la
fuente interior para aclarar nuestra mente y una vez eliminada la
confusión, recurrir a la sabiduría del corazón y actuar desde allí. Un
corazón en paz es un consejero invalorable.
Y como dijo Groucho Marx: "no te tomes la vida demasiado en serio, al
fin y al cabo, no saldrás vivo de ella".
A. Aroca