ROMPER LAS COSTURAS



 Si crees que no estás a la altura, revísate la piel. Si estás en una piel que no te corresponde, tal vez te quede chica y no te deje crecer. Quizás te oprimen las costuras y te encoges para caber porque te dijeron demasiadas veces que tenía que durar para siempre. Revísate la piel y si ves que no cabes en ella, enderezate y rompe las costuras, estírate y sal de tu envoltorio. 
Y si aún no puedes, no te preocupes demasiado, tarde o temprano, ellas solas terminaran por ceder; hay que estar a la altura aunque llevemos la piel hecha jirones.  

A. Aroca

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