Los síndromes psicológicos más curiosos

La mente nunca deja de sorprendernos. Existen algunos síndromes tan curiosos como poco frecuentes. Quizás queden más en la anécdota que otra cosa. Pero para todos los que somos curiosos no debemos de dejar escapar. Aquí van algunos de los más sorprendentes.
Primero de todo ¿Qué es un síndrome? Un síndrome es un conjunto de síntomas y signos que le ocurren a una persona en un momento dado y por unas circunstancias concretas.
EL Síndrome de Jerusalén. Lo sufren personas que ya tenían un historial clínico anterior; que padecían algún trastorno mental. Cuando visitan Jerusalén tienen ciertas ilusiones psicóticas, creen ser ciertos personajes bíblicos, empiezan a utilizar una toga, a cantar himnos, recitar versículos de la biblia o incluso predicar en público etc. Aproximadamente los hospitales reciben cada año 40 personas con este síndrome.
El Síndrome de Wild Man o el hombre salvaje. Este síndrome se da exclusivamente en Papua Nueva Guinea. Es un trastorno del lenguaje que aparece sólo en hombres entre 30 y 35 años que empieza a hablar de manera extraña. Los habitantes empiezan a gritar es “un hombre salvaje, es un hombre salvaje”. A lo largo del camino va cometiendo pequeños robos y al cabo de unas cuantas semanas regresa a su casa como si nada.
El Síndrome de Koro significa “cabeza de tortuga” y se da exclusivamente en China, India y sudeste asiático. El sujeto cree que su pene se está encogiendo e introduciéndose poco a poco en el abdomen. Se acompaña de una ansiedad grave, ataques de pánico y a veces incluso de esquizofrenia paranoide. En ocasiones también afecta a mujeres que creen que su vulva, sus pechos o sus pezones se encogen. Se consideran sobretodo un origen cultural en este síndrome. Como curiosidad te comentamos que en 1967 hubo un brote en Singapur, ¡Los hombres creían que sus penes habían sido robados!.
El Síndrome de Dhat o Dhatu o la neurosis sexual de Oriente. Se considera que es una neurosis sexual en la que el individuo se obsesiona porque cree que pierde semen de forma involuntaria. Al igual que el anterior síndrome también afecta a varones del sudeste asiático y en él hay básicamente un transfondo cultural. Suele darse en hombres con un proceso migratorio reciente y cuando tienen que volver a su país.
El Síndrome de Paris. Sólo lo padecen los turistas japoneses. Cuando contemplan la ciudad de París entran en una especie de depresión. Lo padecen en torno a una docena de turistas cada año de los miles de japoneses que visitan la ciudad. Es una especie de shock cultural que sufren cuando ven la diferencia entre la imagen ideal que tenían de la ciudad a través de películas como Amelie y la bulliciosa y agitada ciudad que encuentran. Es tan curioso todo lo que envuelve a este síndrome, que incluso la embajada japonesa tiene una línea japonesa disponible las 24 horas del día para atender a estas personas.
El Síndrome de Ekbon. Está también llamado delirio parasitario, delirio de infestación o parasitosis imaginaria. Consiste en creer que la casa está infectada pudiendo incluso llegara sufrir picaduras e irritaciones. Un dato muy curioso es que cuando se habla del “Signo de la caja de cerillas” se hace referencia a que en muchos casos estos pacientes acuden a la consulta con una caja de cerillas donde dicen que tienen un insecto de muestra. Cuando abren la caja el médico queda perplejo porque tan sólo hay una pelusilla.
¿Curiosos no? Realmente la mente está llena de recovecos y misterios…
Fuente: La mente es maravillosa

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