*TORMENTAS Y SOLES. *

REFLEXIÓN PARA EL FIN DE SEMANA

¿No has tenido nunca la sensación de llegar tarde a muchas cosas en tu vida?

No tiene nada que ver con la puntualidad sino con la oportunidad, o
mejor dicho, con la actitud que hayas tomado ante ella. Es como
aprenderte una lección cuando ya te has examinado, o protegerte con un
paraguas cuando ha dejado de llover y te has empapado. Es la misma
sensación, la de haber llegado tarde a algo.

A veces, los acontecimientos nos desbordan anulando nuestra claridad
mental; no somos capaces de reaccionar con lucidez o con simple
normalidad y actuamos de forma brusca diciendo lo que no sentimos y
callando lo que verdaderamente pensamos. En el fondo no es más que un
mecanismo de autodefensa porque estamos muertos de miedo; miedo a lo
desconocido, a perder el control, a no dar la talla, a quedar en
ridículo, a perder algo de nuestro querido ego, miedo a que nos hieran,
y miedo a nosotros mismos.

Imagino que debe ser así, que todo es cuestión de aprendizaje y aunque
el proceso sea doloroso o no haya seguido el curso deseado, esa persona,
esa situación o esa circunstancia a la que consideras que has llegado
tarde, se cruzó en tu camino para enseñarte, reforzarte, descubrirte o
enriquecerte de alguna forma.

Sería bueno que pudiésemos volver al pasado con la sabiduría y
experiencia del presente aunque de ser así, perderíamos en espontaneidad
y naturalidad y no sé yo que es peor.

Hay que aceptar las cosas como son y no mantenerse a la defensiva
esperando otra ocasión para demostrar tu supremacía. Eso no sería más
que una actitud egotista que no te conduce a ningún lugar ni te produce
ningún bien.

Recuerda que nunca es tarde si la lección ha sido aprendida, y que la
vida te da segundas oportunidades aunque no en las mismas condiciones
que las primeras. Recuerda también que las lecciones no deben servir
para amargarte la existencia y hacerte desconfiar de todos y de todo,
sino para aprovecharlas y superar todas esas facetas negativas de la
personalidad como vergüenzas, fobias, timideces, inseguridades, etc.,
que entorpecen nuestro crecimiento y desarrollo personal.

Y agradece lo vivido, siempre, y a las personas que te lo han hecho
vivir. La vida está llena de tormentas y de soles; aprende a esquivar a
las primeras y a acompañarte de las segundas, y piensa que aunque tengas
la sensación de haber llegado tarde a muchas cosas, todo pasa a sus
debido tiempo.

A. Aroca

2 comentarios:

  1. eso es lo que somos, unos aprendices, zoquetes que no escarmentamos y vamos perdiendo por el camino oportunidades, personas y la vida, de paso.

    ResponderEliminar
  2. sí, la vida pasa rápida pero todos aprendemos tarde o temprano

    ResponderEliminar

Deja un comentario

QUIEN HA VIVIDO MUCHAS TORMENTAS Hay una tierra devastada, destruida por un temporal que el destino caprichoso hace volver una y otra ...