NOSOTROS Y LOS QUE NOS HABITAN

Vive dentro de nosotros un gigante y un enano; también conviven piel a piel un cordero y un zorro y dentro de nuestra alma, habitan enfrentados un ángel y un demonio. A veces sale uno y a veces sale otro; nosotros le damos vida y poder a cada uno de ellos.
 Los conflictos internos no son más que eso, las luchas de poder que se originan en nuestras entrañas porque al fin y al cabo, nosotros que presumimos tanto, solo somos un cuerpo vacío gobernado por las pasiones. 

Somos mucho menos de lo que pensamos y mucho más de lo que creemos.

A. Aroca

Andrés Calamaro - Flaca


PEQUEÑOS PLACERES

Cenita a solas, bueno con Chuck Berry, pero tranquila conmigo misma; sin ruídos, sin prisas, y lo mejor, sin pensar que mañana hay que madrugar.
Esta es una colección de fotos que pienso colgar de pequeños placeres, o por lo menos a mí me lo parecen. Claro que eso depende del gusto de cada uno.
 Un pequeño placer es aquello que te hace sentirte bien por un instante, por muy insignificante que sea. En este caso el placer no está en lo que como sino en el momento de paz que disfruto.

Buenas noches.  

CHUCK BERRY - Mean Old World

Bang a Gong (Get It On) by T.Rex

¿Conoces los beneficios de dormir sin ropa?


Todos sabemos que dormir es uno de los placeres más necesarios e importantes del ser humano, pero dormir desnudo lo es aún más. A pesar de ello, sigue siendo muy común desconocer sus beneficios y muchas personas continúan sin disfrutar de este pequeño hábito tan saludable.

¿Y cuáles son los 5 beneficios de dormir sin ropa?


Después de leerlos, seguramente te apetezca esta noche prescindir de poco más que tus sábanas:

  • Evita las bacterias. Dormir desnudos nos ayuda a prevenir el crecimiento de bacterias, ya que reduce el exceso de levadura en nuestra piel. El ambiente cálido que nos proporciona la tela del pijama hace que las bacterias se multipliquen y por tanto el riesgo de infecciones. Dormir sin ropa facilitará que tu cuerpo esté fresco y siempre ventilado.
  • Reduce el envejecimiento. Sí, lo has oído bien. Cuando la temperatura de nuestro cuerpo desciende se liberan hormonas que ayudan a regenerar las células de la piel y ayudan a mantenerte joven.
  • Adelgaza. Dormir desnudos reduce nuestro nivel de estrés y en consecuencia la ansiedad evitando que quieras comer en exceso y continuamente. Dormir así facilita un mayor descanso y por tanto despertarnos más relajados siendo mucho más conscientes de si nos estamos“pasando” con las calorías innecesarias al día siguiente.
  • Aumenta tu vida sexual. El contacto piel a piel con tu pareja aumenta el deseo a través de la liberación de una hormona llamada oxitocina. De hecho cuando duermes desnudo los contactos casuales en la noche pueden ayudar a que tengas nuevas experiencias sexuales y muchas más nuevas sensaciones junto a tu pareja. Además, ya sabes que el sexo mejora tus condiciones de salud.
  • Mayor calidad de sueño. Al dormir sin exceso de telas tu cuerpo podrá moverse libremente y descansar mucho más plácidamente. Nos permite disfrutar de un sueño más prolongado y profundo, mejorando nuestro estado de salud.

Con todo lo anterior comentado llegamos a la conclusión que el acto de dormir sin ropa mejora nuestra vida sexual, nuestro descanso, salud y así nuestro estado de ánimo. Todo ello contribuyendo a una mayor calidad de vida y bienestar emocional. Te animo a que lo pruebes y me cuentes la diferencia.

Fuente: La mente es maravillosa

Fairground Attraction - Perfect

Un viejo proverbio chino dice:

"si uno quiere corregir el mundo, primero debe corregir el estado;
si uno quiere corregir el estado primero tiene que corregir a la familia;
si uno quiere corregir a la familia, primero tiene que corregirse a sí
mismo.
La autocorrección es lo primero y quizás lo único importante."



DEJAR DE CORRER

Supongo que debe ser cosa de la edad y estoy convencida que no tiene
nada que ver con el carácter porque el que nace de una determinada
manera, se muere así. Las personas alegres no se vuelven tristes con los
años, ni las optimistas se convierten en pájaros de mal agüero, tampoco
los soñadores dejan de soñar ni los cobardes se vuelven valientes ni al
contrario; el que nace prudente no será jamás temerario y el que es
reservado no llegará a la senectud abriéndose a los demás. No, no cambia
el carácter ni la naturaleza de la persona con los años pero sí se
moderan o acentúan ciertos rasgos de la personalidad con la experiencia
de vida.


Con la edad, uno aprende a serenarse, a calmarse y a ver las cosas con
cierta quietud. No es que no te afecten, es que tu comportamiento y tu
actitud ante los problemas se ha vuelto distinta, tienes otra
perspectiva mucho más amplia, mucho más precisa. Con los años, uno deja
de correr, de tener prisa; se aminoran las ansias y se disminuye la
vehemencia. Con los años, podríamos decir que uno se relaja, se sienta a
ver la vida y no a correr delante de ella. Se aprende a obsevar con la
mirada puesta en el horizonte, mucho más allá de nuestras narices porque
todas las carreras nos parecen ya muy lejanas en el tiempo. Uno aprende,
no le queda más remedio y deja de correr porque la vida pasa más deprisa
de lo que quisiéramos y el trayecto es cada vez más corto y no tenemos
ninguna prisa.


Y todo esto pasa casi sin darnos cuenta, toda esta transición o proceso
en nuestro interior, nos llega sin ser demasiado conscientes de ello, no
como la inmovilidad fisica que se ve venir desde que empiezan a dolerte
un día las rodillas o te asoman los primeros achaques de la edad. Este
cambio, te llega por sorpresa y te das cuenta un día cualquiera bajo la
más simple de las circunstancias cuando reaccionas de forma totalmente
distinta a la acostumbrada. Te das cuenta entonces, que algo en tí ha
cambiado.


Esta situación no es algo que tengas que intentar, ni esforzarte por
conseguir, simplemente te sucede; lo recibes, lo vives, puede que te
emocione pero no te altera como antes y tampoco te general ningún tipo
de inquietud como en ocasiones anteriores en las que se multiplicaban
las interrogantes, las dudas, y los posibles. ¿habré hecho bien? ¿qué le
habrá parecido? ¿se habrá molestado? ¿hago esto, hago lo otro?.

En esta situación, haces lo que haces y punto. Lo haces porque quieres
hacerlo, porque a ti te parece lo más adecuado y no dependes de la
aprobación ni de la actitud de nadie. Sabes que puedes equivocarte, por
supuesto, pero asumes tu responsabilidad ante ello y si te equivocas, no
pasa nada. No estás condicionado, no estás limitado, no estás sujeto a
opiniones ajenas porque te has reconocido en ti mismo, y eso es un gran
logro, es una especie de liberación para quién alguna vez se ha sentido
manipulado.


No es una elección consciente la de retirarse a la seguridad de la
calma, es la calma la que nos elije a nosotros una vez que ha encontrado
la seguridad en nuestro interior. Es como cuando nos vaciamos con
alguien que no está listo para oir lo que tenemos que decir y gastamos
inútilmente nuestra energía. La calma no se instalará en nosotros hasta
que no estemos listos para escucharla y aceptarla, cuando sepa a ciencia
cierta que no habrá ninguna lucha abierta entre ella y nosotros.

Fluyes con la vida y dejas de correr. Dejar de correr no significa dejar
de vivir, dejar de sentir, o dejar de sufrir, significa seguir el ritmo
de tu propio tiempo; tal vez con menos vigor pero con más sabiduría o
por lo menos, entendimiento. Por eso todas las frutas no caen del árbol
el mismo día, porque cada una necesita un tiempo preciso para su
maduración.


A. Aroca

QUIEN HA VIVIDO MUCHAS TORMENTAS Hay una tierra devastada, destruida por un temporal que el destino caprichoso hace volver una y otra ...