*La vida es un contrato a medias*



Los vínculos son los nudos  que te atan desde el mismo momento 
en el que vienes a la vida.
A medida que vas creciendo se hacen más numerosos y diversos.
Unos son obligados, otros elegidos libremente. Muchos por circunstancias y otros
a consecuencia de. Unos son más resistentes, otros fácilmente desgastables con el tiempo.
Algunos  te oprimen tanto que quisieras desanudarlos, otros, darías lo que fuera por que
no se soltaran nunca. 

Conforme vas creciendo, los vinculos son elegidos con más esmero, tu cuerda se forma
con cuidado dejando espacio entre ellos, sabiendo que lo que se ate te dejará marca, bien en forma de nudo o de recuerdo, 

A veces la vida es un poco injusta y forma ataduras tardías o a  
destiempo, pero que por alguna razón tuvieron que formar parte de ella.

Hay quién tiene la oportunidad de empezar de nuevo, libre de nudos y de
marcas, como una cuerda recién estrenada; hay quién puede cortar
simplemente la cuerda por donde quiera y también los hay que la
arrastran con todos sus nudos, como una larga cadena.

Recuerdo una frase de alguien que decía que la vida es un contrato a
medias y es cierto, porque desde que naces ya estás vinculado a tu
madre, a tu padre y a tu familia después; a tus amigos, a tus compañeros
de trabajo, a tu jefe, a los vecinos de tu barrio, al camarero que te
sirve todos los días el desayuno, a la joven que te vende el pan...
todos son vínculos, con todos se forman nudos; unos más importantes que
otros, unos más llevaderos que otros, algunos profundos y otros
superficiales, nudos al fin y al cabo que ocupan tu cuerda; todos esos
vínculos con los que tienes que pactar y contratar diariamente tu vida,
porque es verdad que la vida es un contrato a medias ya que ningún nudo
se forma sin que se aten los dos extremos.


A. Aroca

PERTENECER AL GRUPO

Muchas mañanas cuando voy hacia el trabajo, coincido con un chico que
tararea las canciones que suenan en los auriculares conectados a su
smartphone; no le importa que el resto del autobús lo mire ni que sea
su voz la que rompa el silencio. Aunque tiene un cuerpo de hombre, actúa
como un niño; los niños no sienten vergüenza ni pudor, son inocentes y
espontáneos, no tienen dobleces, se muestran tal y como son porque aún
no han sido contaminados. Los viajeros del autobús, sonríen con ternura
porque enseguida se dan cuenta de que es un joven con síndrome de down y
está protegido, como lo estaría un niño porque actúan desde la
inocencia, sin maldad y nadie cuestiona su comportamiento.

Cuando dejamos de ser niños hay muchas cosas que no nos están
permitidas. Vivimos bajo reglas de lo que está bien y lo que está mal,
lo que debemos o no debemos hacer, lo que nos corresponde según la edad.
Cambiamos la inocencia por picardía y nos volvemos desconfiados,
maliciosos, rígidos, incrédulos..., nos fabricamos una coraza que
esconde nuestros sentimientos porque si expresamos todo lo que sentimos,
nos pueden herir y mucho. Tenemos mucho miedo a que nos hieran, a que
nos hagan daño, a que nos manipulen, a que se aprovechen de nosotros y
nos fabricamos un personaje fuerte y maduro, sobretodo que aparente ser
maduro ante los ojos de los demás porque la inocencia y la ingenuidad
están mal vistas. Es un signo de debilidad y en este circo de las
vanidades, uno no puede permitirse ser débil, hay que mantener las
formas, hay que tener astucia, saber más que tu adversario para poderlo
engañar cuando a ti te interese o por lo menos, evitar que él te engañe
a ti. Nos hacemos cómplice de la mentira, nos vendemos a la adulación,
nos confabulamos con la hipocresía y nos jactamos con la ignorancia.
Somos auténticos necios vestidos de madurez.
Somos niños con capas y capas de maldad, tantas que a veces el cuerpo
se nos queda chico.
Estamos tan cubiertos de gloria que no podemos ni respirar pero da lo
mismo, porque seguimos avanzando, demostrando al mundo que somos aptos
para transitar en esta selva, sacando los dientes, defendiéndonos con
las uñas bien afiladas y guardando el hacha bajo la almohada por si
acaso. Nuestras batallitas se mediran más por las valías que por los
valores aunque curiosamente, intentaremos presumir más de éstos
últimos y ocultar con falsa modestia, los primeros. Y cambiaremos el
ser por el somos, porque es la única forma de no desentonar de la
mayoría, es la única forma de que te acepten sin cuestionarte o sin que
te llamen despectivamente loco, irreflexivo e inmaduro.

A. Aroca
LA PRIMAVERA

La primavera está a punto de hacer acto de presencia, dentro de una hora entrará por la puerta de nuestra casa sin pedir permiso, casi sin avisar porque ella es así, espontánea, natural.., impulsiva como yo, y aparece cuando menos te la esperas, con un paisaje gris como el de hoy, con lluvia, con un eclipse de primera hora y una luna nueva al anochecer.
La primavera llega y no avisa, como tantas otras cosas. No ha sido un día alegre, ni soleado, ya lo sé; no han salido las mariposas, ni se han abierto las margaritas, pero ella viene y llena los corazones poco a poco, los llena de paz, de música y de armonía. Y se lleva también poco a poco las tristezas escondidas bajo los abrigos, porque esa es su misión.
Llega, te susurra, te alivia, te da calor, y después de estar un poquito contigo te deja con toda su energía para que aguantes el siguiente tirón.
Yo no la esperaba aún, me cogió de improviso, pero ya está conmigo, y contigo.


A. Aroca

Ludovico Einaudi - Primavera


      Bienvenida, primavera
Wu wei

Wu wei (en chino "No Acción)


Describe un importante aspecto de la filosofía taoísta y política en el
cual la forma más adecuada de gobernar es no actuar (forzar), si bien se
hace mucho énfasis en la literatura taoísta que no es lo mismo no actuar
que no hacer nada. También significa "sin esfuerzo" y "crecimiento" las
plantas crecen por wu wei, es decir no hacen esfuerzos para crecer,
simplemente lo hacen. El Wu Wei sería, pues, una forma natural de hacer
las cosas, sin forzarlas con artificios que desvirtúen su armonía y
principio.

En la caligrafía Zen el Wu wei ha sido representado como un círculo
A pocos días de las elecciones y visto lo visto, e imaginando lo que
queda por ver, se me ha venido a la mente ese dicho tan popular como
verídico que dice: "prometer hasta meter y después de metido, olvidar
lo prometido".

Porque la palabra atrae pero también embauca,  igual que el envoltorio no
tiene nada que ver con el regalo y hay que ser muy conscientes para no
caer en la trampa.
Hay otro dicho que dice: "no hagas caso de lo que tus oídos escuchen,
sino de lo que tus ojos vean." .
Pues eso.

A. Aroca
HABITA EN MÍ

Habita en mí
un alma inquieta y viajera,
un alma que se aferra a lo infinito,
un alma que por siglos fue poeta.
Habita en mí,
desprende suave olor a pergamino
y tiñe de colores los momentos
que funde lentamente con sus
letras.
Habita en mí con tanto empeño
que yo no sé negarme a su osadía,
recita por doquier entre mis sueños
y me despierta al alba cada día.

@Maroka

QUIEN HA VIVIDO MUCHAS TORMENTAS Hay una tierra devastada, destruida por un temporal que el destino caprichoso hace volver una y otra ...