Algo de secreto

Vaya a saber donde habré guardado
mi locura más vieja y sin embargo
más querida más dulce más entera
hay algo de secreto en la memoria
que sólo pasa por los sentimientos
y allí deja ansiedades
y recoge tristezas

me parece que no estamos pasando
una temporada comunicativa
allá lejos más lejos más remoto
dicen los profetas que hay un universo

nadie nos tira un dato de esa incógnita
y el universo pasa a ser entonces
el signo de la nada.

Mario Benedetti

Norah Jones - Turn Me On

La luna

La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía
Un pedazo de luna en el bolsillo
es mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir

Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.


Jaime Sabines 

"Ser feliz en la contemplación serena, con la voluntad extinguida, sin
la codicia y el afán del egoísmo, frío y gris de pies a cabeza, pero con
ojos ebrios de luna."

Friedrich Nietzsche
Bueno, será mejor que vuelva al 2014, a este junio caluroso que va ya por la mitad. El paseo ha estado bien pero es hora de volver al presente, je,je.
Buenas noches

Jeanette - Porque te vas (Mejor audio y video)

Camilo Sesto --- Melina

Cartas amarillas - Nino Bravo


Que bonitas palabras, es lo mejor que se le puede decir a alguien: te quiero libre, libre para amar, libre para olvidar. Eso significa que el estar con alguien es una elección y no una necesidad. "Te quiero libre; conmigo o sin mí"

Hombre que bebe solo

 Los centinelas vigilan, los revolucionarios conspiran, las calles están vacías. La ciudad se ha dormido al ritmo monocorde de la lluvia; las aguas de la bahía, viscosas de petróleo, lamen, lentas, los muelles. Un marinero tropieza, discute con un farol, erra el golpe. Al pie del cerro, arde como siempre la llama de la refinería. El marinero cae de bruces sobre un charco. Ésta es la hora de los náufragos de la ciudad y de los amantes que se tienen ganas.

 La lluvia arrecia. Llueve desde lejos; la lluvia se abate contra las ventanas del café del griego y hace vibrar los vidrios. La única lámpara, amarilla, luz enferma, oscila desde el techo. En la mesa del rincón, no hay ninguna muchacha tomándose un cortado ni fabricando un barquito con el papel del azúcar para que el barquito navegue en el vaso de agua y naufrague. Hay un hombre que mira llover, en la mesa del rincón, y ninguna otra boca fuma de su cigarrillo. El hombre escucha voces que caen desde lejos y dicen que juntos somos poderosos como dioses, y dicen; así que no valía la pena, todo ese dolor inútil, esta basura. El hombre las escucha, esta mentira, estatua de hielo, como si no llegaran desde lo hondo de la memoria de nadie y fueran capaces de sobrevivirlo y quedarse flotando en el aire, en el aire que huele a perro mojado, diciendo: me gusta gustarte, hermosa mía, mi lindísima, cuerpo que yo completo, me rozás con las puntas de los dedos y me sale humo, nunca me pasó, nunca me pasará, y diciendo: ojalá te enfermes, que todo te salga mal, que no puedas seguir viviendo. Y también: gracias, es una suerte que existas, hayas nacido, estés viva, y también: maldigo el día en que te conocí.
 Como ocurre siempre que las voces llegan, el hombre siente una acosadora necesidad de fumar. Cada cigarrillo enciende el siguiente mientras las voces van cayendo, trepidantes, y si no fuera por el vidrio de la ventana es seguro que la lluvia le lastimaría la cara.

Eduardo Galeano - Vagamundo y otros relatos.

QUIEN HA VIVIDO MUCHAS TORMENTAS Hay una tierra devastada, destruida por un temporal que el destino caprichoso hace volver una y otra ...